Un mundo equitativo es un mundo en el que podemos desarrollarnos para alcanzar nuestro máximo potencial, pero ¿de qué depende construirlo?
 
El desarrollo humano es el proceso mediante el cual potenciamos nuestras capacidades y crecemos como personas. Se trata de un indicador de nuestra calidad de vida, no solo en términos de crecimiento económico, sino de educación, salud y equidad de género.

Un concepto integral

La vida humana es compleja e involucra una gran variedad de dimensiones. Por ello, el desarrollo humano engloba todas las variables que participan en nuestras condiciones de crecimiento, desde nuestros recursos económicos hasta nuestras libertades políticas y capacidades creativas.
 
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se encarga de medir estos factores de crecimiento humano, con el fin de determinar la calidad de vida de comunidades específicas. De acuerdo con este programa, el desarrollo humano se define como el “proceso de expansión de las capacidades de las personas que amplían sus opciones y oportunidades”. Esta definición está sustentada en tres tipos de desarrollo elementales:

Social:

Las condiciones de vida y relaciones entre los miembros de una sociedad.

Económico:

La facultad de generar ingresos para mantener la prosperidad.

Sostenible:

La capacidad para satisfacer las necesidades actuales sin comprometer el ecosistema.

Indicadores clave

El PNUD clasifica el nivel de desarrollo humano de cada país mediante el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Este indicador se basa en la evaluación de tres dimensiones: esperanza de vida, educación e ingreso per cápita. En la medida en que las tres dimensiones sean mayores, mayor será el IDH de cada nación.
 
El IDH posteriormente se presenta en el Informe sobre Desarrollo Humano que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publica cada año. Este informe complementa los hallazgos del IDH y agrega información valiosa que permite identificar los puntos clave para establecer políticas de bienestar pertinentes para cada país.

Generosidad en el desarrollo humano

“Las personas son la verdadera riqueza de una nación”, escribió Mahbub ul Haq, economista pakistaní, al presentar el primer IDH en 1990. En consonancia con esta idea, el Tecnológico de Monterrey ha implementado ejes de acción enfocados en mejorar las condiciones actuales y futuras de la sociedad mexicana.
 
Las iniciativas de Generosidad de la Institución cristalizan gran parte de estos esfuerzos. Impulsando la educación, la salud y la sostenibilidad, proyectos clave como Líderes del Mañana, el Proyecto OriGen y el Centro de Empresas Conscientes han permitido a esta institución seguir construyendo importantes sinergias para impulsar el desarrollo de las y los mexicanos.

Un objetivo común

El desarrollo humano es esencial para lograr una vida equitativa en el planeta que compartimos, pues a medida que prosperamos, prosperan también nuestras comunidades, y viceversa. Por ello es fundamental unir fuerzas para lograr un cambio positivo y sostenible, y apoyar iniciativas de generosidad como las del Tecnológico de Monterrey es un excelente punto de partida. Conoce más aquí y súmate a este movimiento para intervenir en el futuro.

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