Nuestro mundo avanza a velocidades cada vez más sorprendentes, y con ello surgen nuevas incógnitas. ¿Te has preguntado qué herramientas tenemos para darles respuesta?

 

 

 

La ciencia y la investigación son motores poderosos que impulsan el progreso humano. A lo largo de la historia, han transformado la manera en la que vivimos, trabajamos y comprendemos el mundo que nos rodea. Aquí, exploraremos de qué manera la ciencia y la investigación han dejado una profunda huella en la sociedad, y cómo han catalizado avances en diversos campos para abrir puertas hacia un futuro lleno de posibilidades. 

 

Medicina y salud pública: avances para nuestro bienestar

La ilusión de construir un mejor futuro está intrínsecamente acompañada de la esperanza de tener una mejor calidad de vida. Una persona sana, más allá de no tener alguna enfermedad o dolencia, es una persona que goza de bienestar integral; es decir, físico, mental y social. En ese sentido, la ciencia y la investigación, aplicadas a la medicina y al mejoramiento de las estructuras de salud pública, permiten orientar la creatividad humana hacia el desarrollo de estrategias cada vez más eficientes para nuestro cuidado.

Desde el descubrimiento de las vacunas como medida de prevención de enfermedades, por ejemplo, las ciencias de la salud han trascendido la idea de ciencia como actividad meramente intelectual. Lo anterior, para convertirla en una actividad social que contribuye, entre otras cosas, a erradicar enfermedades mortales, disminuir factores de riesgo y aumentar la esperanza de vida.

En otras áreas, como el diagnóstico médico y el progreso en las técnicas de tratamiento y terapias de salud, el impacto también es innegable. La experimentación y el estudio especializado, junto con el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, han hecho posible que contemos con más y mejores recursos de protección, lo que a su vez aumenta la posibilidad de que nos realicemos y cumplamos nuestras metas.

 

Innovación tecnológica y nuevas formas de comunicación

Nuestro progreso como seres humanos ha dependido, en gran medida, de las herramientas tecnológicas con las que contamos. Gracias a la investigación científica se inventó la computadora, por ejemplo, que generó una auténtica revolución en nuestra forma de entender el mundo. Ello, no solo por su impacto en los ámbitos profesionales en los que se empezó a utilizar, sino, sobre todo, por cómo transformó nuestra forma de trabajar y relacionarnos con nuestro entorno.

Y qué decir de la invención del Internet: “La plaza del pueblo de la aldea global del mañana”, como lo describió Bill Gates. Gracias a su creación dimos pasos agigantados hacia una conectividad global sin precedentes, y su importancia es tal que, desde 2016, es reconocido como un derecho humano por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Sobre esa misma línea, la investigación en inteligencia artificial, comunicaciones móviles y tecnologías emergentes representa la llave para hacer frente a los retos presentes y futuros. Estos avances científicos están llamados a transformar, una vez más, nuestra forma de acceder a la información y comprender la realidad, en un periodo de cambio cuya magnitud es comparable con la de la Revolución Industrial.

 

 

“[...] la ciencia y la investigación [...] permiten orientar la creatividad humana hacia el desarrollo de estrategias cada vez más eficientes para nuestro cuidado”.

 

Educación y conocimiento

A mayor acceso a la información, mayores posibilidades de florecimiento. De la mano del progreso tecnológico de nuestra época, la ciencia aplicada a los métodos de enseñanza ha permitido que estos respondan a las exigencias actuales para que la educación brinde herramientas útiles para nuestro crecimiento.

La calidad educativa depende del grado de pertinencia y utilidad que tenga en el contexto en el que se ofrece. Bajo esta idea, el Modelo Tec21 es un gran ejemplo de cómo el binomio investigación-innovación tecnológica nos pone a la vanguardia en lo que a enseñanza se refiere. Se trata de un modelo diseñado a partir de un profundo análisis de los retos de la actualidad, que potencia la misión de transformar la vida de la comunidad Tec, para que cada egresado y egresada tenga los elementos necesarios para ser un agente de cambio en su ámbito de trabajo.

La difusión de los nuevos descubrimientos científicos, además de ser una fuente de inspiración y de llamado a la curiosidad, enriquece también nuestra comprensión del mundo. En el ámbito educativo en particular, nos permite ilusionarnos con el hallazgo de nuevas perspectivas y aviva el fuego que nos estimula a seguir descubriendo.

 

“[Los] avances científicos están llamados [...] a transformar nuestra forma de acceder a la información y comprender la realidad [...]”.

 

Vías para seguir construyendo una mejor sociedad

La ciencia y la investigación son fuerzas que nos transforman como personas y comunidades. Además de ayudarnos a moldear la manera en la que vivimos, son herramientas fundamentales para que aprendamos, prosperemos y tengamos elementos para cuidar nuestro entorno.

Para Ángel Briones Arellano, Líder del Mañana e Ingeniero en Negocios y Tecnologías de la Información egresado del Tecnológico de Monterrey, esto ha sido parte vital de su crecimiento como persona y profesionista. Su meta ha sido impulsar a las y los jóvenes hacia nuevas alturas a partir de proyectos que, además de aumentar su interés por la ciencia y la tecnología, generan un cambio social positivo y ayudan a construir “un México más justo, más incluyente y con oportunidades para todos”.

Asimismo, el Tecnológico de Monterrey tiene muy presente que, en la era dorada del conocimiento y la interconectividad, es de gran importancia fomentar la investigación como fuente de soluciones a los desafíos de hoy. Por ello instauró, desde hace 49 años, el Premio Rómulo Garza. El galardón, compuesto por un premio y cinco reconocimientos, busca reconocer lo mejor de la investigación y trayectoria científica de los estudiantes y la facultad de la Institución, así como los resultados de sus investigaciones y el impacto que han tenido en el desarrollo científico, tecnológico y emprendedor del país.

Porque a través de la ciencia y la investigación podemos transformar las preguntas de hoy en las soluciones del mañana, sigamos apoyando al talento nacional e impulsemos las iniciativas que promueven su florecimiento. La responsabilidad es de todas y todos, y en el Tecnológico de Monterrey, como plataforma de desarrollo, la búsqueda de respuestas innovadoras y sostenibles es, y seguirá siendo, una prioridad.

 

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