Cuando Otis comenzó a formarse, las autoridades meteorológicas proyectaban que solamente se convertiría en tormenta tropical. No obstante, su acelerado crecimiento lo llevó a pasar de vientos de 64 a 270 km por hora, y en solo 12 horas se convirtió en categoría 5, la máxima posible.

 

Otis entonces rompió el récord de intensificación para cualquier huracán que haya tocado tierras mexicanas, y con ello provocó que más de medio millón de personas quedaran incomunicadas, decenas fallecieran y los daños se estimaran en varios miles de millones de pesos. Ante semejante desconcierto, Guerrero, y en particular Acapulco y los municipios aledaños, necesitaban acciones inmediatas con miras hacia la reconstrucción.

 

 La respuesta de la comunidad educativa

El Tecnológico de Monterrey y sus instituciones afiliadas tomaron acción para actuar en beneficio de las comunidades guerrerenses.

A través de las campañas Unidos con Guerrero y Unidos Contigo se recaudaron donativos y se pusieron en marcha iniciativas de becas y apoyo para que estudiantes y colaboradores del Tec afectados pudieran iniciar la restauración de su patrimonio y continuar sus estudios.

Asimismo, la Institución inició una intensa convocatoria de voluntariado para la recolección de víveres y artículos de primera necesidad.

 



El llamado de generosidad del Tecnológico de Monterrey demostró que la unión marca la diferencia en tiempos de crisis.

 

Acciones generosas, efectos positivos

Aquí un resumen de lo que se logró gracias al esfuerzo colectivo y la generosidad de la comunidad:

Gracias a casi 600 miembros de la comunidad Tec y EXATEC, se recaudaron 797 mil pesos, mismos que beneficiaron a organizaciones como Bancos de Alimentos de México y el CRIT Guerrero de la Fundación Teletón

 

  • Se recaudaron 1.3 millones de pesos para estudiantes y colaboradores afectados
  • Se otorgaron becas, financiamiento de colegiaturas y aportaciones en especie para la restauración de viviendas
  • A través de la campaña Unidos Contigo se reunieron 185 mil pesos, provenientes de 144 colaboradores
  • Se habilitaron centros de acopio en más de 40 ciudades del país
  • Con la ayuda de 550 voluntarios se reunieron 62 toneladas de víveres, los cuales fueron donados a la Cruz Roja y a centros de acopio locales
  • Estudiantes de distintos campus se movilizaron para construir viviendas de emergencia en comunidades dañadas

 

Ante la adversidad, la fuerza colectiva

 Estas grandes muestras de generosidad de la Institución subrayan la importancia de saber actuar como comunidad en tiempos difíciles. Cada contribución individual suma, pero solo en conjunto es posible generar una fuerza que verdaderamente permita reconstruir el bienestar de nuestra sociedad.

 

Tragedias como el huracán Otis son imposibles de evitar. Sin embargo, siempre está en nuestras manos adoptar una cultura solidaria, y seguir demostrándonos que juntos podemos hacer frente a cualquier obstáculo.

 

 Nueva llamada a la acción

 

 

 

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